El Camino de Santiago se ha convertido durante sus más de 1200 años de historia en uno de los ejes esenciales de la construcción europea, contribuyendo de manera formidable a la formación de su identidad y de su cultura, como bien nos recordó Francisco Millán -presidente del Intergrupo "Caminos de Santiago" del Parlamento Europeo- durante su intervención en el congreso internacional "Las Raíces del Humanismo Europeo y el Camino de Santiago", y en el cuál tuve la oportunidad de participar y debatir.
Desde que se dio la noticia de la aparición de los restos del Apóstol, se generó un incesante flujo de peregrinos provenientes de toda Europa reunidos entorno a una fe y unos valores comunes que vertebran el continente. Por ello tiene una especial significación que el Papa Benedicto XVI haya acudido a Santiago de Compostela en este Año Santo para recordarnos que el Camino hunde sus raíces en la herencia cristiana de occidente.
Fue enormemente emotivo recibir al Papa en España y asistir a la misa celebrada por él coincidiendo con la profunda crisis social y económica que estamos sufriendo, que sin lugar a dudas tiene como telón de fondo una grave crisis de valores. Ahora más que nunca es el momento de sumarse al firme compromiso del Santo Padre en su labor por promover un diálogo fructífero entre razón y fe con el objetivo de devolver al humanismo al centro de nuestra sociedad. No en vano, mi compañero Francisco Millán nos alentaba a no desistir en este empeño, ya que Santiago es precisamente el Apóstol de la esperanza.
Los eurodiputados miembros del Intergrupo "Caminos de Santiago" también quisimos participar en esta importante cita realizando una etapa del Camino de Santiago y acudiendo a la ceremonia oficiada por el Papa en la Plaza del Obradoiro. No puedo expresar la emoción que sentimos cuando el Pontífice saludó expresamente durante su homilía a los eurodiputados miembros del Intergrupo. Asimismo, tomamos parte en el congreso internacional "Las Raíces del Humanismo Europeo y el Camino de Santiago". El acto, organizado por la fundación Ad Sanctum Iacobum Peregrinatio -que dirige Marcelino Oreja Aguirre-, nos dio la oportunidad de debatir ampliamente sobre las raíces humanistas y cristianas de Europa, así como de sus desafíos y el papel que jugarán en el futuro de nuestro continente.
En este sentido, y para concluir, quiero hacerme eco de las palabras pronunciadas en 1982 en Santiago de Compostela por Juan Pablo II, y que José María Beneyto nos recordó durante el congreso: "Europa, sé tú misma", haciendo referencia a su identidad cristiana, reflejada de forma innegable en el Camino de Santiago.
Desde que se dio la noticia de la aparición de los restos del Apóstol, se generó un incesante flujo de peregrinos provenientes de toda Europa reunidos entorno a una fe y unos valores comunes que vertebran el continente. Por ello tiene una especial significación que el Papa Benedicto XVI haya acudido a Santiago de Compostela en este Año Santo para recordarnos que el Camino hunde sus raíces en la herencia cristiana de occidente.
Fue enormemente emotivo recibir al Papa en España y asistir a la misa celebrada por él coincidiendo con la profunda crisis social y económica que estamos sufriendo, que sin lugar a dudas tiene como telón de fondo una grave crisis de valores. Ahora más que nunca es el momento de sumarse al firme compromiso del Santo Padre en su labor por promover un diálogo fructífero entre razón y fe con el objetivo de devolver al humanismo al centro de nuestra sociedad. No en vano, mi compañero Francisco Millán nos alentaba a no desistir en este empeño, ya que Santiago es precisamente el Apóstol de la esperanza.
Los eurodiputados miembros del Intergrupo "Caminos de Santiago" también quisimos participar en esta importante cita realizando una etapa del Camino de Santiago y acudiendo a la ceremonia oficiada por el Papa en la Plaza del Obradoiro. No puedo expresar la emoción que sentimos cuando el Pontífice saludó expresamente durante su homilía a los eurodiputados miembros del Intergrupo. Asimismo, tomamos parte en el congreso internacional "Las Raíces del Humanismo Europeo y el Camino de Santiago". El acto, organizado por la fundación Ad Sanctum Iacobum Peregrinatio -que dirige Marcelino Oreja Aguirre-, nos dio la oportunidad de debatir ampliamente sobre las raíces humanistas y cristianas de Europa, así como de sus desafíos y el papel que jugarán en el futuro de nuestro continente.
En este sentido, y para concluir, quiero hacerme eco de las palabras pronunciadas en 1982 en Santiago de Compostela por Juan Pablo II, y que José María Beneyto nos recordó durante el congreso: "Europa, sé tú misma", haciendo referencia a su identidad cristiana, reflejada de forma innegable en el Camino de Santiago.
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