miércoles, 14 de abril de 2010

Baltasar Garzón

El juez Baltasar Garzón se enfrenta a varias causas abiertas contra su persona en el Tribunal Supremo:

1.- Una de ellas, por haberse proclamado competente para investigar las desaparaciones del franquismo, obviando la legislación sobre amnistía que él mismo declaró conocer cuando le tocó investigar al Sr. Carrillo y los crímenes de Paracuellos del Jarama.

2.- Otra es por haber pedido dinero al Banco Santander mientras su Presidente tenía una causa abierta en su propio Juzgado, y archivando posteriormente dicha causa;

3.- Y la última, por acordar escuchas ilegales de las conversaciones entre abogados y sus clientes, lo cual es un atentado directo contra la esencia de la democracia.

El hecho de quién sea quien le siente en el banquillo al juez Garzón me parece una cuestión absurda e intrascendente. Lo único que hay que dilucidar es si ha prevaricado o no, si ha dictado una resolución injusta a sabiendas de que lo es. Por eso, en un Estado de Derecho como el nuestro, poner el acento en si ejerce la acusación Falange, IU o quien sea, no es más que desviar la atención de lo verdaderamente importante, que es comprobar la supuesta actuación prevaricadora o no de un juez.

Por otro lado, me llama poderosamente la atención que los sindicatos organicen una manifestación de apoyo expreso a un juez. ¿Acaso es ésa la función de los sindicatos? ¿No es más bien la de luchar y velar por los derechos e intereses de los trabajadores? Más les valdría preocuparse más por los 4,6 millones de españoles en paro, que es para lo que creo que están.
Otra cuestión que me llama la atención en este asunto: el hecho de que uno haya luchado contra el crimen organizado y contra el terrorismo en un momento dado, no es óbice para que posteriormente haya podido dictar una resolución injusta a sabiendas de su injusticia. No se pueden mezclar churras con merinas.

También leo a José Blanco decir que pide “altura de miras” a la Justicia. Es decir, ¿que se le atienda de forma distinta por ser quien es?, ¿que se plantee la posibilidad de dictar otra cosa de lo que se debe porque se trata del Sr. Garzón?, ¿o que se haga una excepción a la regla general, atentando directamente contra el Estado de Derecho?
No entiendo cómo a algunos se les llena la boca pidiendo respeto a la independencia judicial y, sin embargo, luego no respetan la resolución de un juez, que se llama Varela, del que, por cierto, en la Justicia de una democracia avanzada, debiera importarnos muy poco quién es y cómo se llama dicho juez.

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