Inversión en Educación

Al margen de que tengamos todos en la cabeza una gran preocupación diaria y constante por la gravísima situación económica actual que acecha a España, no podemos perder de vista muchos otros temas que ya va siendo hora de que se atajen muy seriamente y con eficacia.

Me estoy refiriendo al tema de la educación en España. Nuestra Nación tiene una de las tasas más altas de Europa en cuanto al fracaso escolar de nuestros estudiantes. España ocupa el puesto número 26, según el Estudio educativo Pisa, uno de los peores de la Unión Europea. No entraré en la cuestión de si nos parecemos mucho o poco a Grecia en este sentido, pero otro dato acompaño: España no tiene ninguna de sus universidades públicas dentro de la lista de las 100 mejores universidades del mundo, y un país desarrollado como España no puede permitirse no estar incluido en ese club. Por lo menos, algunos nos rebelamos ante esta situación.

¿Y qué ocurre en Navarra? La prioridad de algunos dirigentes ha sido que prevalezca el hecho de que algunos navarros tengan la universidad debajo de su casa antes de que esa universidad sea de calidad óptima. Creo que es una lastima. Y al respecto, yo me centraría en debatir cómo mejorar la calidad de la UPNA, antes que dedicarse a utilizar a la universidad como un instrumento más de la peculiar pugna política en nuestra Comunidad.

Ante esta grave situación de crisis, también educativa, son muchas las voces bienintencionadas que exigen a la clase política que se suscriba un pacto de Estado educativo. Pero recuerdo una vez más que para que haya pacto de Estado sobre cualquier materia, hace falta que ambas partes lo quieran expresamente, no sólo una de ellas, y parece que el partido en el gobierno no está por la labor.

Desde el Partido Popular, entendemos que la educación es una gran inversión, y nunca puede concebirse bajo el prisma de que constituye un mero gasto. Es más, es la inversión más rentable y segura que los gobernantes pueden llevar a cabo, porque invertir en educación es invertir en desarrollo futuro. Nuestros jóvenes ya son el presente y pronto serán el futuro inmediato.

En estos momentos en que se empieza a debatir la ampliación o no de la edad de jubilación, existe una aportación interesante a ese dilema, y es el hecho de que España no es que necesite realmente menos pensionistas, lo que necesita verdaderamente son más trabajadores. Trabajadores que coticen, pero sobretodo, que estos trabajadores estén más y mejor formados desde el punto de vista educativo. Nosotros proponemos menos economía sostenible (que nadie sabe exactamente qué significa), y más inversión en educación de calidad para todos nuestros jóvenes garantizando entre todos ellos la igualdad de oportunidades.

La protección de la educación no entiende de generaciones. Cuanto mejor formados estén nuestros jóvenes, más posibilidades tendrán los que ya no lo son tanto, de cobrar sin problemas sus pensiones de jubilación en un futuro no tan lejano.