lunes, 31 de enero de 2011

¿Talante?, ¿o lastre?

Hace un par de años oímos los aplausos de los socialistas cuando ZP negaba la crisis y tachaba a los del PP de pesimistas y demagogos. Y llegó. Volvimos a oír aplausos cuando dijo que no habría recortes sociales, y llegaron los presupuestos de mayor recorte social en la historia de la democracia. Volvimos a escuchar el eco de los aplausos cuando dijo que España no necesitaba reformas, o que lo peor de la crisis había pasado.

Estos aplausos, adjudicados al “talante”, hoy se esfuman para dar paso a datos como un 20% de desempleo, crisis, o recortes sociales.

Desaparecidos los aplausos, llegan voces que dicen que ZP anunciará que no se presentará a las próximas elecciones. ZP se ha convertido hoy en un lastre para el PSOE.

La pregunta es, ¿Lo hará antes de las elecciones autonómicas? ¿O lo hará después?

Mi apuesta personal es que lo hará antes, pensando en que los ciudadanos puedan dormir tranquilos …Si bien muy tranquilos no podrán dormir si quien le sustituye es el Sr. Rubalcaba. Da igual el uno que el otro, ambos son los responsables de la situación actual de crisis que acecha España.

miércoles, 26 de enero de 2011

Deuda, Competitividad y Medicina en la UPNA

¿Qué es lo que hace que los españoles tengamos que pagar un interés tan alto para financiar nuestra deuda? Muchos nos hacemos esta pregunta, y parece que la explicación reside en una serie de variables muy difíciles de cuantificar, entre ellas nuestras desbocadas cifras de déficit y deuda pública. Pero en muchas ocasiones omitimos una importante razón: simplemente, no somos competitivos.

Un reciente artículo en el International Herald Tribune comparaba a Bélgica, país sumido en una importante crisis política, con los países periféricos (Portugal, Irlanda, Grecia y España), y llegaba a la conclusión de que es la falta de competitividad es lo que influye también en que los inversores no confíen en estos países. A pesar de que no existen grandes diferencias entre los niveles de déficit y deuda pública de España y Bélgica, el interés que pagamos sobre nuestra deuda sigue siendo muy superior al de aquel país.

Una de las múltiples razones que explican nuestra falta de competitividad es nuestro pésimo sistema educativo. Hoy me interesa comentar brevemente el problema de la educación en España y en Navarra. El último estudio sobre la competitividad de España señala como el cuarto problema más grave que la formación de los trabajadores es inadecuada. Debemos reflexionar sobre este tema y debemos debatir un posible avance hacia el sistema alemán, donde la Formación Profesional toma un mayor protagonismo que las universidades, consiguiendo los técnicos que faltan en España.

En este sentido, resulta curiosa la última propuesta que hemos escuchado en Navarra sobre la creación de una facultad de medicina en la UPNA. La pregunta es, ¿realmente la necesitamos? ¿O vamos a crear una duplicidad ilógica? ¿Y si apoyamos las sinergias en vez de las duplicidades? Claro, tenemos que bajar un 5% el salario de los profesores porque no podemos pagarles pero ahora resulta que vamos a gastar millones en una facultad que no necesitamos…

Dicen algunos que tal vez sean este tipo de decisiones las que entre otras hacen que paguemos un interés sobre la deuda mayor porque este tipo de decisiones lastran la competitividad de nuestro país. Otros proponemos que este dinero vaya a apoyar y reforzar lo que ya tenemos. ¿Queremos una gran UPNA que se sitúe entre en los rankings entre las mejores del mundo especializándose en aquellas áreas donde despunta? ¿O queremos una UPNA cercana a nuestra casa que tenga decenas de titulaciones pero no todas de primera? ¿Cantidad o cálidad? El PP lo tiene muy claro.

martes, 18 de enero de 2011

Por una Europa más unida

Europa vuelve al ojo del huracán, a pesar del relativo éxito de las recientes subastas de bonos de España y Portugal. Los problemas de financiación que los estados periféricos (España, Portugal, Grecia e Irlanda) están sufriendo ponen en jaque la situación del Euro y de Europa.

El intento de consenso se frustra cada vez que los países proponen lo que a ellos les viene bien olvidándose del resto de países. Básicamente, los países periféricos quieren la creación de un "bono azul", o Eurobono. Este bono les permitiría financiarse de forma más barata. Por el contrario, países como Alemania saldrían perjudicados ya que ellos no encuentran problemas de financiación. Alemania no quiere pagar los excesos de sus vecinos, cosa lógica si tenemos en cuenta que podría frenar la recuperación que ellos están consiguiendo a través de políticas económicas responsables.

Mi colega y amigo José Manuel García-Margallo, vicepresidente de la comisión de asuntos económicos del Parlamento Europeo hizo el otro día una propuesta muy interesante. La ilustraré brevemente:

El 60% de la deuda de los países estaría emitida a través de bonos azules o bonos europeos, garantizados por la UE. De esta forma, todos los países podrían financiar un 60% de su deuda a un tipo de interés bajo. El resto de la deuda sería cubierta por emisiones del país que no cumple lo acordado en los criterios de convergencia para los países con el Euro. Esta deuda sería emitida con “bonos rojos”, que obtendrían más dificultades de financiación y vendrían a ser los bonos que hoy en día emiten los diferentes países.

¿Qué conseguiríamos con este nuevo método de financiación?

1. Un acercamiento y un posicionamiento medio entre las diferentes visiones. Alemania no tendría que ceder tanto. Y confiamos en que la generosidad con sus vecinos ayudaría mucho a los países del Euro.
2. Sería una manera sutil de reforzar la gobernanza económica en Europa
3. Serviría de incentivo a los países a reducir sus déficits y a comportarse responsablemente.
4. Reduciríamos los costes de financiación parte de la deuda de los países periféricos, lo que contribuiría a solucionar el problema que acecha a la unión monetaria.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lo que pudo ser la visita del ministro Chino, y no fue

Dicen que hay trenes que sólo pasan una vez. Los coges, o pierdes la oportunidad de cogerlos para siempre.

El otro día el viceprimer ministro chino, Li Keqiang, llegaba a España con la intención de firmar acuerdos y dialogar con los españoles. Y bien, ¿Qué le faltó a este encuentro?

1. La balanza comercial entre España y China sigue siendo muy desfavorable. Está claro que a corto plazo es imposible cambiar esta tendencia, y que deberíamos mejorar nuestra competitividad para que nuestros productos fueran más atractivos para el mercado chino. Obviamente, si fuéramos más competitivos, nuestros productos tendrían acceso mejor de 1,500 millones de chinos, con las positivas consecuencias que tendría en nuestras tasas de empleo.

2. Lo que el Gobierno no nos dijo es que de los 5.600 millones de euros en acuerdos, 5.400 estaban firmados en octubre ya por la compra del 40% de Repsol en Brasil. Entonces, ¿Sólo conseguimos 200 millones? Vaya…

3. ZP dijo en Shangai: “Es el siglo de China”. Hay dos opciones, establecer lazos con ellos con los que ambos países podamos obtener beneficios, o quedarnos pasmados ante crecimientos de dos dígitos y esperar a ver como la balanza comercial sigue aumentando a su favor y en nuestra contra. Nuestro presidente parece que prefiere la segunda.

Pero no, nuestro Gobierno está encantado con que China compre deuda española abiertamente, decide abandonar sus ideales ¿obreros?, olvidarse de la balanza comercial, y saca todo su talante para ver cómo pasa un tren que no sabremos si volverá. Sólo sabemos que esta visita pudo marcar un paso adelante en la recuperación de España, y no lo marcó. Y también pudo abrir pacíficamente el diálogo por un acercamiento en los Derechos Humanos, pero tampoco lo abrió.

A todo esto, mientras China declaraba que compraría deuda, el diferencial con el bono alemán volvía a subir. Vaya…